Un día das un paseo, te sientes bien, y lo conviertes en cotidiano. Otro día te apetece andar más y decides salir al campo y perderte por sus vericuetos, y te sientes mejor. Recorres paso a paso todos las veredas, cerros y rincones; conoces todos los muros, árboles y peñascos; sabes del nido del busardo, del canto de la curruca y de los colores del abejaruco. Y comprendes que ya solo te queda un paso más para terminar, para empezar, para darle sentido a tu primer paseo: aún te falta Gredos.
La Covacha y laguna del Barco. |
En medio, la Azagaya. |
Laguna de la Nava. |
Y Gredos siempre acaba en el Almanzor. ¡Hasta la próxima!
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